viernes, 15 de febrero de 2013

Dulce no significa empalagoso



He tenido unos días bastante atareados. Atareados de trabajo pero, como siempre procuro que ocurra, también atareado de placer. En esta entrada os presento alguno de los frutos de estos últimos días. Me he inspirado en el Día de San Valentín. Ya sabéis, el día en que los enamorados nos dedicamos a nosotros mismos para sorprenderse, agradecerse y ser un poquito más dulces de lo habitual. Pero como dulce no significa empalagoso, me centré al mismo tiempo en una riquísima receta que pudiera acompañar y dar sabor a alguna de mis creaciones. Y aquí están todos juntos.

La primera sugerencia de La Niña de la Comba para pensar en regalar a aquellas personas a las que más queráis, en esa fecha o cualquier otro día del año, han sido la guirnalda de corazones. Por razones obvias. Por las fotografías podéis ver lo bien que decoran, cómo ambientan cualquier espacio: una habitación, para una fiesta especial…
Detalle con mi guirnalda de corazones.
Y otro regalo asequible y muy simbólico bien pudieran ser los llaveros. En este caso he elegido los diseños del Niño del Corro y la Niña del Corro. Un plato suculento que puede ser un obsequio la mar de original, y más si os decidís a personalizarlo con el nombre de la persona a la que se lo regaléis. Ambos productos los podéis encontrar, como siempre, en mi tienda online de www.laninadelacomba.com.
Fijaos en los llaveros.


Ambos juntos, guirnalda y llaveros, forman un estupendo y dulce conjunto. Así que pensé que para dar ese sabor había que acompañarlo también con algo de repostería. Elegí una receta llamada New York Cheese Cake. Y he de reconocer que fue un éxito. Se trata de un postre que para nada resulta dulzón, gracias al contraste de los ingredientes con el sabor del queso.

Os pongo aquí la receta, por si os apetece poneos el mandil y endulzar a aquellos a los que más queréis.

Los ingredientes ambientados con el libro de recetas
y el juego de Pequeños Cocinitas.
INGREDIENTES:
- Un paquete y medio de galletas María.
- 100 gramos de mantequilla.
- 6 huevos.
- 500 gramos de nata (yo utilizo la nata fresca de Mercadona).
- 600 gramos de queso de untar (también la de la marca Hacendado).
- 200 gramos de azúcar.
- 1 yogurt natural.
Opcional:
- 120 gramos de confitura de arándanos.
- 120 gramos de confitura de frambuesa.

PREPARACIÓN:
- Base de Galletas: tritura las galletas y añade la mantequilla derretida. Pon por las paredes y la base del molde y mételo en el congelador.
- Preparar la crema de queso: Bate los huevos con el azúcar hasta que blanqueen un poco. Añade el queso y remueve con una cuchara o tenedor, intentando que no queden grumos. Añade la nata y el yogur y remueve.
- Vierte la crema sobre la base de galletas y mételo todo en el horno a 190 grados, durante 10 minutos.
- Pasado ese tiempo, baja la temperatura a 180 grados durante una hora (en mi horno necesitó 1 hora y 20 minutos, en realidad). Tiene que quedar un poco blandita.
- Pasado ese tiempo, apaga el horno y deja que se enfríe dentro con la puerta entreabierta para que no se agriete.
- Métela en la nevera hasta el día siguiente.
- Confitura: En un cazo mete la confitura y 2 cucharadas de agua. Caliéntalo suavemente hasta que se forme un sirope. Apaga el fuego y échalo por encima de la tarta ya fría, y mételo en la nevera.
Yo no le puse confitura, lo adorné con frambuesas y unas hojas de menta.

Bueno. Espero que os haya gustado tanto como a quienes lo probaron. Fue un éxito.
Ummmmmmmmmmmmm!!!!!

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